Es un hotel que se encuentra en la Plaza del Mercado, cerca de la Calle San Andrés y del seminario de San Atilano. El edificio ya en sí muestra interés debido a su belleza, ya que se encuentra en la ciudad desde el siglo XIX. En 2001 fue convertido en hotel de cuatro estrellas donde lo que predomina es su carácter ecléctico. En él se pueden realizar todo tipo de eventos y es bastante amplio.
A lo que en gastronomía se refiere, ofrecen banquetes y también tienen catering. En éste caso pedí un menú, que no aparece en su página web especificado ni anunciado a diferencia de lo comentado anteriormente. Es una especie de menú del día que también se ofrece por la noche, consta de tres platos, incluyendo bebida y pan.
En este caso pedí de primero, hojaldre de verduras, de segundo chipirones a la plancha y de tercero tarta. El hojaldre de verduras estaba espectacular, realizado de forma muy fina.
De entrantes y fuera de éste menú, pedí una tosta de queso de cabra con cebolla caramelizada, muy cuidada. Por último, la casa tuvo el detalle de invitarnos a los chupitos y cafés.
Es un lugar algo engañoso, ya que en apariecia parece ser muy caro y mucho menos, que puedan ofertar un menú asequible. Por eso, me parece interesante informarles y sorprenderles con que éste menú y la tosta tienen precios muy económicos. El menú no sobrepasa de los 13 euros.
Si buscas un lugar con encanto e historia es muy recomendable.
Lo elegante, sorprende.
Ummm que buena pinta tiene todo... habrá que ir a visitar por esas tierras
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