Es un restaurante que se encuentra en la Calle Castilfalé, cerca del parque El Parral y a la Universidad de Económicas, Derecho y Audiovisual. Es un lugar muy amplio, consta de dos comedores y una gran barra.
Tiene varios menús para elegir y también carta. En éste caso pedí menú del día que combina la comida tradicional con atrevimiento. De primero me pedí un timbal de verduras, de segundo una hamburguesa de buey con patatas crujientes y de postre crema de yogur con fresas naturales.
El timbal de verduras estaba cubierto de queso parmesano derretido, tenía un sabor muy suave y a la vez delicioso. Además en escoger las verduras no se arriesgan, ya que su mayoría era calabacín y no suele desagradar a los comensales. De segundo, la hamburguesa, poco hecha casi se deshacía al meterese en la boca, todo un acierto. Y por último el postre, a pesar de su sencillez tratado con suma delicadeza.
Es casi casi, comida de diseño, cuidan mucho la presentación y los platos son muy originales.
La cantidad es justa, para alguien que coma bastante, puede que se quede con ganas de más.
Y por último el precio, el menú del día fueron 15 euros. Totalmente merecidos, ya que no son platos normales, se paga por la innovación y también claramente su calidad. Incluye bebida, los tres platos, y el pan, que por cierto, buenísimo, es como una especie de torta con aceite.
Innovación gastronómica.
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