El hotel se encuentra en pleno casco histórico de la ciudad, la ubicación es ideal junto a la iglesia románica de Santa María de la Horta. El hotel fue parte de un convento del siglo XIV y XV y los edificios formaban parte de la bodega "La Vinícola".
Sus instalaciones, edificio y servicio, son excepcionales, además de ser un lugar muy pintoresco.
En cuanto a lo que a la gastronomía se refiere, fui a cenar junto con mi grupo de baile "La Morana", y nos ofrecieron un menú para la cena de Navidad, donde se podía elegir entre carne o pescado. Elegí carne.
De entrante, nos pusieron pimientos rellenos de bacalao, de primero hojaldre de espárragos trigueros con jamón, de segundo carrillera y por último, una especie de brownie relleno de chocolate. El entrante no lo probé, pero según las personas que me acompañaban en la mesa, estaba bien. El hojaldre, estaba bueno, bastante delicado, pero la carrillera y el postre, no fueron de mi gusto. Ambos estaban duros, y nada jugosos. La presentación de los platos era una delicia, pero la calidad dejó mucho que desear.
Además, el precio no hacía justicia a la calidad, es verdad, que más que nada, se paga el lugar; histórico además de ecléctico y un hotel que cuenta con cuatro estrellas. El entrante, tres platos, bebida con vinos, tanto tinto como blanco, y champagne, fueron 25 euros por cabeza.
Se paga el lugar, no la comida.
Por último, lo mejor de toda la cena fue la compañía, mi grupo de bailes regionales, La Morana de Zamora, al cual he pertenecido durante muchos años y he ganado grandes amigos. Gracias a ellos, la cena fue excepcional.
http://www.belenlamorana.com/aula-de-folklore-urbano
Me gustaría presentaros a dos de ellas que sirvieron de modelos para mis fotos y mis favoritas: Leticia y Sara.
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